Siento rabia y pena


Ando con miedo estos días, me siento muy pendiente de mi entorno y si ando tarde en la calle intento siempre andar por lugares concurridos. Es extraño en mí porque cuando viajo me preocupo poco del entorno y de la gente. Pero se que es una reacción normal ante los hechos que han ocurrido en los últimos días: La insultante sentencia a los cinco violadores de San Fermín (La Manada), una chica es quemada en Perú por su ex pareja, en Chile una niña de un año y siete meses fue violada y asesinada por su "tío", una joven sigue desaparecida, ayer me enteré que a otra también la violaron entre cinco, pero acá en Chile…
Siento que inspiro un aire violento. Pero que expiro violencia también. Porque siento mucha rabia. Y dolor. Me dan ganas de llorar ante tanta injusticia y violencia hacia mis hermanas y yo. No me siento segura ya. No es que antes me sintiera muy segura tampoco, pero con todo lo que se ha conocido ahora siento que la violencia machista me respira en la nuca, que me pueden violar entre cinco, grabarme, sacarme los ojos, desaparecerme, luego encontrarme, pero solo para exponerme y juzgarme. Porque en este mundo cuando ellos hacen algo las que somos condenada somos nosotras.
Tengo rabia de vivir con miedo. Miedo a la violación.  La semana pasada iba en la micro tipo 11 de la noche, y de a poco la micro comenzó a vaciarse, de repente me di cuenta que estaba solo yo con otros 4-5 hombres contando al chofer, y me dio mucho miedo, faltaban aun unas cuadras para mi casa y me puse a imaginar lo que podrían hacerme, ¿Y qué pasaba si el chofer desviaba la micro del camino? ¿Y si se conocían y estaban esperando a una víctima? ¿Y qué iba a hacer si los miedos que mi mama me había metido en cabeza se hacían realidad esa noche? Comencé a hurgar en mi mochila buscando un arma con qué defenderme, pero no tenía mucho… y mientras eso sucedía quedamos en la micro el chofer y yo. Me dio más miedo porque él me miraba por el espejo retrovisor. Pero no pasó nada.
Un “nada” muy entrecomillas, porque cuando me bajé de la micro me dieron ganas de llorar de alivio y luego de rabia porque yo no debería sentirme con miedo, debería poder andar libremente y con la seguridad de que ningún hombre me va a violar. Y luego volqué esa rabia contra mi mamá, porque ella desde chica que me metió miedos en cabeza: que cuidado con salir de noche, cuidado con estar sola con tal hombre, ese lado es peligroso hasta de día, no te vaya a pasar algo, ¿Van a salir solos o acompañados?, no llegues muy tarde… cuidado, cuidado, cuidado. No recuerdo qué más cosas me decía, pero en cada una de ellas estaba escondida la posibilidad de una violación. Y me dio rabia acordarme de eso, porque sentí que en vez de enseñarme a tener miedo, debió haberme enseñado a ser valiente. Porque como ya hemos leído en varios lados "Vivimos en un mundo donde enseñan a las mujeres a cuidarse de no ser violadas, en vez de enseñar a los hombres a NO VIOLAR."
Luego me di cuenta que estaba siendo muy injusta y me enojé conmigo, pero más con este puto sistema patriarcal, porque la sociedad está enferma y nos viene fallando a todas desde hace tantos años ya y parece que no acaba nunca. Me da rabia porque si mi mamá me inculcó todas esas precauciones y miedos, es porque seguramente ella tiene miedo también, quizás cuántas cosas le pasaron, cuántos hombres la violentaron y ella aprendió que no se puede confiar en ellos. Que no estaba segura.  Y si ella no estaba segura, ¿Cómo se debe haber sentido cuando se dio cuenta que su hija iba a ser mujer? Me imagino el miedo que debió haber sentido mientras yo iba creciendo y correteaba cada vez más lejos de ella. ¿Acaso alguien se atrevería a juzgarla? Porque yo no. Si tienes miedo de tu seguridad, ¿Qué queda para ese ser precioso al que le diste la vida?
Por otro lado, ya no necesito que mi mamá me diga nada, porque el propio mundo me golpea en la cara constantemente recordándome que no puedo relajarme, que en verdad este mundo me va a pisotear por el simple hecho de ser mujer.
Esta semana he sentido que en este mundo todo esta terriblemente mal… estoy como el meme “No espero nada de ustedes y aun así me decepcionan”. Y con ustedes me refiero a la sociedad en su conjunto, al sistema judicial y a la supuesta “justicia” que imparten. Una justicia igual de misógina que los agresores. Y me pregunto qué pasa con los hombres. Porque en todos estos días mientras las mujeres compartimos y empapelamos todas las redes sociales y llenamos las calles gritando contra estas injusticias, ellos apenas asomaron la cabeza, porque pareciera que muchos se sienten más identificados con el agresor que con la víctima, muchos estaban más pendientes de salvar su ego herido (“no todos somos violadores”) en vez de enrabiarse por lo que está pasando. Otros parece que sintieran que no pueden opinar porque no es su tema, es tema de mujeres. Pero ¿Saben qué? Este tema es de tod@s, y si usted no sabe, no cacha, no entiende, pues agache la cabeza y pregunte, deje de culturizarse viendo el matinal o creyendo todo lo que le mandan por whatsapp. Cuestione. Deje de mirarse el puto ombligo y empatice con el dolor ajeno, porque en el fondo no es ajeno, sino que es producto de la sociedad en que vivimos.
De hecho, me pregunto cuántos de los que me leen se sentirán inmediatamente ofendidos por lo que dije más arriba, nunca faltará el que dirá “Yo sí compartí la noticia”, y sí, la verdad es que vi a uno o dos que lo hicieron. Pero son nada comparado con la gran cantidad de mujeres que alzaron la voz, que me dijeron que tenían mucha pena, que lloraron…
En verdad conozco a varios que saltan altiro para defenderse diciendo que ellos no son machistas, pero luego se ríen de los chistes sexistas de sus amigos, reciben y comparten fotos de mujeres desnudas por whatsapp, se llenan la boca hablando de las feminazis, si sale un caso de abuso o violación dicen que ellos no opinan porque hay que dejarlo en manos de la justicia, porque hay mujeres que mienten… que prefieren mirar ese 0,00001% de mujeres malas que inventan que las violaron, en vez de fijarse en todas las mujeres que efectivamente están siendo violadas y asesinadas en manos de hombres. Y muchos otros, los más indignantes, estaban buscando los vídeos de la violación en España en un sitio de pornografía. 
Si usted es uno de los anteriores sepa que por querer seguir siendo parte de esa manada su silencio lo hace cómplice, y que su neutralidad me repugna. Y que acá nosotras, las lobas, formamos una manada más poderosa, porque mientras que la de ustedes está hecha de miedo y violencia, a la nuestra la mueve el amor sororo. Porque nosotras hace rato estamos despertando, y cada vez somos más hermanas rugiendo de rabia, generando lazos de cuidado y respeto mutuo, ayudándonos y aprendiendo entre todas, amándonos, defendiéndonos. Y sí, quizás muchas tenemos miedo, pero muchas también se han levantado después de haber sido golpeadas y nos enseñan cómo tener el coraje para devolver el golpe. Porque ya no creemos en la justicia hecha por y para hombres (hombre blanco y heterosexual) y comprendimos que si bajamos los brazos las cosas seguirán por el mismo camino para nosotras.
He tenido miedo esta última semana… pero también me he sentido tremendamente orgullosa y acompañada, las he sentido hermanas y comparto las múltiples emociones con ustedes. A pesar de todo tengo esperanza en nosotras. En que juntas podemos lograr grandes cosas. Aunque se que será difícil y no tan rápido como nos gustaría. Así que gracias a todas las lobas, por enojarse, por gritar, por sentir tanto por tantas, y por dar su apoyo y decirnos "hermana yo sí te creo".
Y recuerden, la manada somos nosotras porque si tocan a una aullamos todas.




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1 comentarios

  1. Gracias por este escrito. Representa lo que muchas sentimos. Miedo, rabia, impotencia, pero esperanza en nosotras, apañe sororo. Vamos por la defensa colectiva feminista y la autodefensa. Te abrazo Giss <3

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