Diez negritos - Agatha Christie
La isla del Negro llama la atención no solo por su curiosa forma de
cabeza humana, sino porque una persona ha comprado la isla y los medios de
comunicación la han vuelto el centro del interés público, ¿Quién es la
misteriosa persona que reside en ella? ¿Es un excéntrico millonario? ¿Es
aquella famosa estrella de cine? ¿Es un lord enamorado? Toda suerte de rumores
giran en torno al lugar, pero nadie puede decir con certeza lo que allí
ocurre. A pesar de tanto hermetismo, 10 personas sin ninguna relación entre sí
reciben invitaciones para que sean huéspedes en la isla misteriosa y vivan unas
vacaciones paradisíacas. Todos acceden, pero al poco llegar cosas extrañas
comienzan a suceder.
¿Dónde se encuentran los famosos dueños de la isla y por qué dejaron
todo en mano de dos criados? ¡Y mira, qué curioso! ¡En todas las habitaciones
hay escrita una canción infantil que habla de cómo van desapareciendo 10
negritos! ¡Y en el comedor hay 10 estatuillas con forma humana y de color negro
adornando una mesa! ¿Será en honor a los negritos de la canción?
De pronto un grito, dos, tres. Los asistentes escandalizados son
testigos de una muerte, parece ser un suicidio, pero a las pocas horas otra
persona muere en extrañas circunstancias. ¿Será otro suicidio? ¿Puede ser eso
posible? Y si así fuera, ¿Por qué han desaparecido 2 estatuillas de la mesa?
Horrorizados los asistentes se dan cuenta que están abandonados a su
suerte en una isla de la cual no tienen forma de huir, y parece que en ella una
mano misteriosa está empeñada en cometer asesinatos inspirándose en la letra de
una canción de cuna.
Agatha
Christie nuevamente me cautiva con un crimen imposible (el primer libro que leí
de ella fue Asesinato en el Orient Express, el cual también recomiendo
muchísimo), y aunque debo reconocer que al
principio me costó engancharme y miré la historia en menos, llegando al final
estaba devorando las páginas de su pequeño libro, la trama era entretenida, y los personajes interesantes y muy sospechosos todos.
Me gustó mucho la
resolución del misterio, no podía esperar menos de la gran Agatha Christie. Me dio hasta miedo
el final porque todo se comenzó a volver tan extraño y claustrofóbico que
comencé a sentir lo mismo que los protagonistas de esta historia, si no me
cuidaba, si no desconfiaba del resto, si no trancaba la puerta de mi
habitación, o no estaba pendiente de las sombras furtivas que se arrastraban
sigilosamente por el pasillo, yo también desaparecería o moriría
misteriosamente, y me llevaría conmigo un negrito del comedor.
Les recomiendo mucho esta novela, es pequeña, pero Agatha sabe mantenerte en suspenso desde el principio hasta el final de su historia.
Les dejo la canción de cuna, que de tierna no tiene nada:
Diez negritos se fueron a cenar;
uno se asfixió y quedaron nueve.
Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy
tarde;
uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho.
Ocho negritos viajaron por Devon;
uno dijo que se quedaría allí y quedaron siete.
Siete negritos cortaron leña;
uno se cortó en dos y quedaron seis.
Seis negritos jugaron con una colmena;
una abeja picó a uno de ellos y quedaron cinco.
Cinco negritos estudiaron Derecho;
uno se hizo magistrado y quedaron cuatro.
Cuatro negritos fueron al mar;
un arenque rojo se tragó a uno y quedaron tres.
Tres negritos pasearon por el zoo;
un gran oso atacó a uno y quedaron dos.
Dos negritos se sentaron al sol;
uno de ellos se tostó y solo quedó uno.
Un negrito quedó solo;
se ahorcó y no quedó ninguno.
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